El desafío para los proveedores de tecnología en la industria inmobiliaria hoy en día es cumplir con un atributo básico: combinar innovación y tecnología en la industria del real estate.

La relevancia de que exista el sector proptech para el mercado chileno es que las mayores innovaciones benefician a los consumidores, aunque Los clientes o mandantes generalmente sean empresas constructoras e inmobiliarias. En nuestro caso, el efecto es más directo, y lo mismo ocurre con los marketplaces, sistemas de evaluación financiera, control de calidad de las obras, compras inmediatas de inmuebles, seguros, etc.

Gracias al crecimiento económico que hemos tenido en el país en los últimos 30 años, los consumidores nos hemos ido refinando, lo que ha obligado a las inmobiliarias a tener múltiples propuestas de valor, tanto en servicios como en productos, para satisfacer mejor estas necesidades. Por ello, para las constructoras e inmobiliarias, al no ser líderes en transformación digital, el aliarse con startups o empresas proptech más consolidadas les ha aportado mucho a sus procesos y productos, lo que finalmente se traduce en consumidores más felices. Cuando en TGA decidimos ser una empresa especialista en conocimiento del consumidor inmobiliario, siempre lo concebimos a través de la utilización de la tecnología, ya que es el único camino para administrar grandes bases de información, aprendiendo de ellas y entregando un valor agregado tanto a empresas como consumidores.

Fue así como integramos tecnología en los diferentes momentos de la vida de las personas, durante el periodo de búsqueda y cotización, durante los procesos de construcción, al momento de la entrega, la post venta y finalmente entender si el cliente quedaba satisfecho con todo lo que recibía.

Detectamos hace varios años, el aumento de las cotizaciones en laweb, las salas de ventas tenían que gestionar cada vez a mayor número de potenciales clientes, pero al no tener mayor información -más que un nombre y un correo- se tornaba difícil elegir a quién ponerle más atención ya quién no.

El problema, nos llevó a crear un sistema que conoce a las personas, prediciendo la probabilidad de compra quetienen, a través de un algoritmo, alertando deforma temprana a los ejecutivos de venta respecto a esos potenciales clientes. En definitiva, agilizamos el proceso para la empresa, pero también que las personas recibieran solo llamados desde proyectos que tuvieran una mayor cercanía a lo que buscan.

Fuente: La Tercera – Pulso